14ymedio, Elías Amor Bravo, Economist, 18 November 2023 -- Cuando falta poco más de un mes para el cierre del
ejercicio económico, la Oficina Nacional de Estadística, superados sus quebrantos en la página
web, sigue publicando a cuenta gotas algunos indicadores que pueden servir para
realizar una valoración de lo que ya es conocido por todos: en 2023 la economía
cubana habrá tenido otro ejercicio muy negativo y van cuatro seguidos desde el
comienzo de la pandemia.
Años en los que se ha destruido PIB real, de modo que,
con toda seguridad, la cifra de este indicador a finales de 2023 seguirá
estando situada por debajo del nivel alcanzado en 2019, lo que significa que
los cubanos serán más pobres que entonces. Con ello, la economía cubana
confirma su rezago con respecto al resto de los países del mundo. Cuatro años
perdidos en los que el balance de la política económica deja mucho que desear.
Y así, junto al dato mensual del IPC que experimenta
una cierta moderación a niveles muy elevados, o las entradas de turistas, que no acaban de repuntar al
alza, ya conocidos, la ONEI acaba de informar sobre la evolución del sector
transporte en el período enero a septiembre de este año, datos que previsiblemente
no van a cambiar de forma significativa en el último trimestre del año.
Si se atiende a las informaciones publicadas, los resultados
no pueden ser más descorazonadores y 2023 cerrará como uno de los peores
ejercicios para el sector transporte de la economía cubana que, no olvidemos,
ya concentra el 11% del empleo. La falta de combustible ha condicionado de
forma alarmante la actividad en el sector.
Vayamos por partes. El transporte de viajeros ha
registrado un práctico estancamiento en sus cifras, con un escaso aumento del
1,3% respecto al mismo período del año anterior. Un dato hasta cierto punto
engañoso, ya que si se divide entre el transporte por medios convencionales
(ómnibus, taxis, marítimo, cooperativas de transporte o aéreo) se observa que,
lejos de crecer, este ha disminuido un 5,9% con respecto a los resultados del año anterior.
Entonces, ¿de dónde viene ese débil aumento del 1,3%
antes citado? Pues del transporte de viajeros por medios no convencionales o también
denominado “otros medios” en la estadística, que en Cuba son bien conocidos en
épocas de escasez de combustible. En esta modalidad el aumento ha sido de un
11,6%. Lo grave es que las cifras de viajeros transportados por ambos medios
prácticamente se han igualado, 427,4 millones en transporte de medios
convencionales y 348,9 millones en otros medios. La relación entre ambas categorías
nunca se había equiparado de este modo en los últimos años lo que indica que la
falta de combustible está provocando una segmentación tendente a la desigualdad
en la movilidad territorial de los cubanos.
Datos significativos que se extraen de la
publicación, permiten constatar el origen de la parálisis de la actividad en la
economía cubana. Por ejemplo, el transporte en ómnibus de uso público, 257,7
millones, que concentra casi el 35% del transporte total de viajeros, se
desplomó un 14,6% con respecto al mismo período del año anterior. El estado
incumple de forma sistemática en sus "servicios" y “bloquea” con su parálisis el funcionamiento económico.
Por el contrario, el transporte de viajeros en taxi, aun cuando registra una
cifra inferior, 94,6 millones, aumentó un 46,8%. Alguien debería explicar estos
resultados que confirman que lo público o estatal no funciona, y sin embargo,
el sector privado capea mejor la grave situación. Las desigualdades sociales a
la vista, también en transportes.
Y si la información de la movilidad de viajeros apunta
a una economía paralizada, el tráfico de mercancías no deja dudas al respecto.
Entre enero y noviembre de este año, el transporte de mercancías se hundió un 12,2%
con respecto al mismo periodo del año anterior. Y aquí no hay solo una responsabilidad
directa del escaso combustible, sino de la grave crisis productiva que
atraviesa el país.
Los camiones, por ejemplo, que concentran casi el 80% de la
carga transportada, vieron reducidas sus cifras un 12,3% con respecto al año
anterior, siendo el desplome más acusado e intenso en el ferrocarril, un 32,6%
menos. Este medio, que se reconoce como el más sostenible y con menor consumo
energético, es el que más decrece en la economía. Incluso el transporte aéreo
se redujo un 11% en tanto que el crecimiento se produjo en el transporte
marítimo, caso todo en la modalidad de cabotaje, con un 31,3% más, pero su participación
en el total de las mercancías transportadas apenas llega al 8%.
Los datos, no por conocidos, deben estar causando
alarma a las autoridades que vuelven a comprobar que la economía sigue sin
mostrar signos de recuperación en un sector clave como el de los transportes,
que se identifica con la movilidad de factores y de recursos que están en la
base del funcionamiento de la economía.
La ONEI también ha ofrecido datos relativos a la
evolución de la denominada “entidades de la organización institucional” en la
que el régimen sitúa a las nuevas mipymes. Y ciertamente, aquí el dato es
significativo por cuanto a finales de septiembre había en Cuba 7.489 mipymes
privadas y otras 94 estatales, lo que suma un total de 7.583 mipymes.
Finalmente se han convertido en las entidades más
numerosas de la economía, superando las 1.907 empresas estatales o las 5.138 cooperativas
(donde se encuentran todas las categorías). Cierto que se reconoce el “triunfo”
de la mipyme en la organización institucional, pero conviene no lanzar campanas
al vuelo. Hay algo que indica que la fanfarria de las mipymes puede estar
tocando a su fin. En septiembre de 2022 había 4.717 mipymes, y un año antes la
cifra era de 264 a poco de entrar en vigor la normativa del régimen que las
autorizaba.
Conviene retener estos datos, porque el aumento espectacular
del primer año, que multiplicó por 17 la cifra inicial, ahora ya no sigue con
la misma intensidad, y ese factor multiplicador en el último año se ha reducido
a tan solo solo a un 1,6.
¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo, el interés del
régimen por la mipyme las ha hecho crecer más que el resto de entidades, pero
la dinámica evolutiva de las mipymes ha entrado en una fase de menor
crecimiento o cierta estabilización, que de continuar en el futuro, habrá dejado
un balance muy limitado de estas entidades.
Conviene recordar que en Cuba antes
de la ofensiva revolucionaria de 1968 había más de 50.000 entidades que
pudieran asemejarse a las actuales mipymes, y ello con la mitad de la
población. Visto en perspectiva, y teniendo en cuenta que el régimen ya ha
empezado a frenar la expansión de las mipymes, difícilmente se alcanzarán
aquellos resultados.
If you would like to sign your translation, please put your name the box below, preceded by: "Translated by"
(As in: Translated by José Blow) You are welcome to translate anonymously. Thank you!
Check this box if you want other people to HELP FINISH this translation, or SOLVE PROBLEMS in it.
Type what you see in the image (without spaces)